Ayer hubo demasiada acción, por un lado, hablando por teléfono con Nuria de http://losviajesdenuriver.blogspot.com, tuve que comer algo, ya que el apetito se hizo con la conexión telefónica. El tema lo empezamos juntos en un coloquio acerca de este blog y la seguí yo con unos esbozos acerca del cine español y el huevo frito. Unir estas dos imágenes es casi más evidente que citar al salmón y a la vez a Noruega pero no lo sería tanto para muchos si lo unimos con la imagen de Fernando Fernán Gómez comiendo como un perro grandote. Pues sí, para mí hay relación; seguramente las escenas que yo recuerde en las que aparece un huevo frito, el actor está presente, o tal vez es que su talento hace que con verlo tan sólo una vez comer, sea fácil recordarlo.
Por otro lado, entré en harina con un proyecto que debía a unos amigos. Se trata de Kung-Fu Máster, un grupo de amigos que tocan música cañera desde hace años tal que si de un blog se tratara: lo hacen sin ánimo de lucro y por puro placer. Desde hace un tiempo estaba en el aire la idea de hacer un video-clip. Ayer fue el día en que grabamos el primer esbozo. Al menos tenemos el privilegio de poder hacerlo de manera deportiva, es decir, sin prisa ni agobios. Esa es la mejor cocina que existe, la deportiva. Yo la entiendo como cocinar de manera inversa a la presión de un menú, con el placer de disfrutar el proceso... Ojalá pudiera hacer así cualquier cosa, pero tan sólo me ocurre cuando cocino y cuando en ocasiones me apetece pasarme toda una tarde agrupando sobre el mármol las verduras de un gazpacho. Que conste que tampoco es cuestión de estirar el tiempo hasta la exageración para acabar con una sensación tediosa o enfermiza. En este sentido, el ejemplo más claro creo que está en la tarde que pasa Julianne Moore en “Las horas” con una tarta de chocolate enfrente y detrás un abismo. En todo caso, tranquilos Kun-Fu Máster, no sé si llegaremos a una visión global verdaderamente “funky” pero, como dijo Picasso: “si no se parece, ya se parecerá.”
Al tema: huevos fritos y Fernando Fernán Gómez. De este actor me gustaría saber cuántas tomas hizo para cada plano en el que aparece comiendo, porque estoy seguro que en la quinta resultaba más voraz que en la primera. Yo creo que junto a Agustín González, es de los actores que siempre acaba comiendo y, lo peor, es que se le ve pasión ello. En La Mitad del Cielo, de Manuel Gutiérrez Aragón, llega de madrugada a su casa con un aspecto desvalido que se torna brutal al entrar en contacto con una plata de arroz con leche. Finalmente, Fernando y plata acaban despertando a Ángela Molina a base de resuellos de placer para así devolverle el amor que ella le dio en su elaboración. Si algún voluntario hiciera el favor de recordarme el film del actor en el que se come un huevo frito a escondidas teniéndolo apenas tres segundos en la sartén, tiempo suficiente para que el se infle y pete como hacían los huevos de antes, lo agradecería. En Belle Epoque entrega a sus tres hijas a Jorge Sanz tras probar el plato que éste le prepara; solemne, dice: “Coño. ¡Este bacalao está de puta madre!”. En La Corte del Faraón, se merienda una paella de marisco delante de una desgraciada banda de actores en su mejor papel de no tener hambre. Ambas escenas tienen el sello Azcona. Por cierto, ahora que he escrito “bacalao”, esa Nuria que cito al inicio me ha dado una receta… que no pienso ponerla hasta que la pruebe hecha por mí…
2 comentarios:
Hay madera, sí, sí, hay madera...
Nuria
¡¡ No me entraba tanta hambre leyendo desde el último Carvalho !! Gran imagen esa de pasarse toda una tarde agrupando sobre el mármol las verduras de un gazpacho. ¡¡ Viva el cine, viva la cocina (mejor si tiene lavaplatos) y viva Fernán-Gómez !! Me voy pitando a freir un par de huevos fritos... Dios mío, no tengo paaaaannnn!!
Taps
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